Bajar aquí presentación "Consecuencias de Maltrato Infantil"
Marco conceptual .
Cuantificar con datos precisos la magnitud del maltrato infantil, es casi una tarea imposible, al menos por ahora, que no se cuenta con un sistema metodológico articulado entre las distintas instancias relativas al tema y tampoco se cuenta con información cruzada y de seguimiento . Se puede observar que hay bastantes imprecisiones y contradicciones en las estadísticas que señala una fuente y otra, pero también es entendible que en primer lugar la violencia contra los niños y adolescentes es un problema oculto para su abordaje frontal, debido a la privacidad del ámbito doméstico donde generalmente ocurre el delito, en segundo lugar, apenas existen valoraciones cuantitativas en cuanto a las múltiples aristas que trastoca y despliega este flagelo alterando todo el ritmo vital, emocional, circunstancial y moral del menor, quien arrastrará por el resto de su vida las secuelas del trauma físico y emocional de la tragedia experimentada durante su infancia. En tercer lugar, México no le ha dado la importancia y severidad que el drama del maltrato infantil tiene y que repercute en la sociedad en su conjunto por generaciones y generaciones. Los casos que registra el DIF, PGJDF, son algunos que casuísticamente llegaron a sus manos por denuncia, pero éstos no representan ni el 1% de la magnitud del problema.
Consecuencias del maltrato infantil
No obstante a continuación se presenta un resumen descriptivo de las consecuencias y secuelas del maltrato y abuso a menores, las cuales, indudablemente han sido contextualizadas y fundamentadas en una exhaustiva investigación de campo.
Numerosos estudios hacen referencia a las consecuencias somáticas, como el retraso en el crecimiento, retrasos cognitivos e intelectuales, depresión, baja autoestima, problemas visuales, deformaciones óseas, incapacidades y aún la muerte. Menores víctimas incorporan una modalidad autoagresiva para resolver conflictos.
Lo que ocurre en la infancia sigue teniendo importantes efectos 30, 40 e incluso 50 años más tarde. Unos pueden acabar con depresión crónica o alcoholismo, otros incurrir en conductas delictivas o suicidio. Generalmente estas etapas quedan ocultas con el tiempo, la vergüenza, el secreto y los tabúes sociales que impiden comentar estos temas. (Dr. Vincent Felitti, Jefe Servicio Preventivo del Programa Asistencia Médica del Centro Médico Kaiser OMS).
La violencia contra niños y adolescentes es el precursor más importante que da origen a la delincuencia juvenil, para muchas víctimas que no tuvieron oportunidad de resarcir el dolor y el sufrimiento y tampoco fueron sometidos a tratamiento y rehabilitación prolongada, con el curso del tiempo no logran superar la adversidad y el resentimiento de sus primeras etapas de vida, se enrolan durante la adolescencia a grupos subversivos y delictivos (Quienes a su vez, tuvieron antecedentes de maltrato y violencia en su infancia), dando inicio a una vida criminal y vengativa, como lo demuestran prácticamente casi todos los expedientes de asesinos, narcotraficantes, secuestradores, etc. Quienes tuvieron una infancia marcada por el abuso extremo, negligencia y tortura, de tal manera que muchos de ellos de víctimas se convierten en victimarios, perpetuando el ciclo de la violencia.
Medidas emergentes que podrían salvar vidas
- Crear un programa de emergencia nacional con las dependencias de protección, Justicia, educación y salud.
- El perspicaz diagnóstico temprano del médico, y profesor de aula
- Denuncia ciudadana
- Informar a la sociedad sobre procedimientos y mecánica de la denuncia
- Crear un amplio programa educativo a maestros, padres de familia y población en general.
- Crear conciencia ciudadana sobre la gravedad de la complicidad
Conclusiones
México tiene altos niveles de violencia en contra de los menores que superan considerablemente los de los países desarrollados. Ello significa que se requiere redoblar esfuerzos para diseñar una política que enfrente de manera integral el problema. En dicha política deberán confluir y articularse de manera coordinada tanto el sector salud como el educativo, el de protección a la infancia, justicia y organismos de la sociedad civil.
Los datos que se han expuesto nos confrontan con un escenario que no podría explicarse sin que existiera un alto nivel de tolerancia para la violencia que se ejerce en contra de los niños y de las niñas en México. La imposición de castigos físicos o maltrato verbal, siguen siendo prácticas cotidianas que gozan de niveles de aceptación.
Las consultas Infantil y juvenil, destacan la notoria desproporción del escenario que se dibuja tras estos datos, respecto del que es posible trazar con los que son captados por los distintos registros oficiales.
Entre los fenómenos más preocupantes y que requieren de los esfuerzos coordinados de todos los sectores, se encuentran tanto las altas tasas de muerte por violencia, así como el incremento que han tenido las tasas de suicidio entre los menores de edad en nuestro país. Ellos sin olvidar, que como lo ha mostrado claramente el Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud (OPS/OMS2003), por detrás de los casos más extremos que ocasionan la muerte, siempre existen muchos más que, aunque resulten menos visibles y menos dramáticos, implican dosis cotidianas de dolor que causan severos daños y disminuyen de manera drástica las posibilidades de una vida sana y plena.
Las agresiones ocasionan en muchos casos la muerte del menor, la disfunción de alguna parte del cuerpo, daño psicológico permanente, fugas del hogar, abuso de alcohol y drogas (niños de la calle y en la calle), delincuencia, depresión y en muchos casos el suicidio.
La falta de coordinación interinstitucional y de políticas y leyes específicas sobre el maltrato y abuso al menor, han dado lugar a la proliferación de bandas delictivas de explotación sexual a menores a quienes les reportan jugosas ganancias económicas. Se calcula que al año en el mundo ingresan un millón de niños en el mercado sexual, de ellos por lo menos 30 mil son mexicanos.
Por lo expuesto es de vital importancia la creación de un organismo rector con atribuciones y presupuesto propio que organice y orqueste las funciones, estrategias, planes, proyectos etc. Que cubra el enorme vacío jurídico, médico y social para el abordaje al flagelo del maltrato y abuso a menores. Cada institución y organismo público o privado hace poco o mucho según su criterio contra el maltrato infantil, pero ninguna institución se ajusta a los tratados y leyes internacionales. Este apartado fue presentado a la Asamblea Legislativa en Octubre del 2008.
El maltrato y abuso a los menores, dada su trascendencia e implicaciones a largo plazo, debe de ser considerado un problema de prioridad nacional.